Casi nadie está libre de no haber comido alguna vez un pescado que se vende en las pescaderías como "mero". Los filetes de "mero" no son los de otra especie que la de la perca del Nilo protagonista de La pesadilla de Darwin.
Este film, considerado el mejor documental europeo del 2004, empieza con la sombra de gigantescos aviones atravesando el lago Victoria, el lago tropical más grande del mundo, casi dos veces la superficie de Cataluña, en el que en los años 50 y casi clandestinamente, un funcionario colonial relacionado con el departamento de pesca, introdujo esta especie, que resultó ser un gigantesco y voraz depredador, que se ha multiplicado rápidamente, ha extinguido a más de 210 de las 300 especies de cíclidos del lago.
Hubert Saupert deja hablar a los protagonistas del film, a través de miradas tuertas de impotencia de secadores de cabezas de perca, canciones de jóvenes tanzanesas prostitutas de pilotos comerciales y gritos de peleas entre niños de la calle por algo de arroz o de cola, Saupert explica la desgarradora situación de 25 millones de personas que viven en los alrededores del lago, más de la mitad de las cuales se encuentra en situación de desnutrición, mientras en un bar de pescadores la televisión recuenta los sacos de harina y arroz de donaciones de ayuda internacional que aterrizan para combatir las hambrunas que azotan el país.
La exportación anual de perca entre los tres países que se reparten el lago Victoria asciende a los 72 millones de kg, mientras la comunidad local no se pueden permitir ni tan siquiera comprar el pescado que ellos mismos han pescado o que han ayudado procesar, limitandose a consumir los desperdicios de la industria procesadora y las espinas.
La pesadilla de Darwin es un film crudo, lleno de detalles y aderezado con una extraña mezcla de la resignación y la dignidad que destilan los protagonistas entrevistados, a los que el director consigue acercarse con asombrosa facilidad.
Ummm, no esta nada mal xDDD
ResponderEliminarbuen aporte Bombi......mola
ResponderEliminarInteresante mi querido Bomberman...
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